El acuerdo sobre el Constitucional es inminente, según el candidato

José Borrell anunció ayer en Murcia que existe un nuevo candidato para ocupar una de las vacantes del Tribunal Constitucional y confió en que se alcance un consenso "en las próximas horas" entre el PSOE y el PP. Borrell precisó que ha dado instrucciones al portavoz socialista en el Senado, Juan José Laborda, para que el pleno de la Cámara alta vote a los nuevos magistrados antes de que termine diciembre. El candidato socialista a la presidencia del Gobierno deploró las críticas del portavoz del Gobierno, Josep Piqué, a los socialistas por dificultar presuntamente la renovación del alto tribunal y explicó que si la elección parlamentaria de los nuevos magistrados no se ha producido es porque uno de los candidatos, sobre los que ya había consenso, retiró su candidatura.Borrell no desaprovechó la oportunidad para atribuir a Piqué un nerviosismo que nace de los problemas con que se encuentra por algunas de sus actividades empresariales en el pasado y por haber otorgado su ministerio subvenciones a un ex consejero de la Junta de Castilla y León, Miguel Pérez Villar, condenado por delitos cometidos en el ejercicio de su cargo.

Borrell afirmó que es un insulto para los demócratas españoles y chilenos que José María Aznar mantenga al fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, y al fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, después de haber sostenido éstos en sus dictámenes jurídicos que la dictadura de Pinochet fue un paréntesis que sirvió para sanear la democracia de Chile.

Advirtió que los socialistas no van a aceptar que el posible indulto a José Barrionuevo y Rafael Vera sea presentado "como un canje de prisioneros", como si los etarras hubiesen sido en vez de terroristas sanguinarios defensores de los derechos históricos del pueblo vasco y el Gobierno socialista se hubiera opuesto a tal reconocimiento, "porque eso es un falseamiento inaceptable de la historia".