Un fuerte empujón al realojo de chabolistas

Los tres años de gobierno simultáneo del Partido Popular en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid han supuesto, pese a las desavenencias entre ambas instituciones, un empujón al programa de realojamiento de chabolistas frente a épocas anteriores en las que el constante zancadilleo entre un Gobierno regional, del PSOE, y uno local del PP mantenían este proyecto en una continua deriva.De 1993 a 1995 (los dos últimos años de Gobierno socialista en la Comunidad de Madrid) fueron dos los directores del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada que dimitieron ante la falta de voluntad política por resolver este problema.

Los datos son claros y concluyentes. El número total de familias chabolistas a realojar era de 2.670 en 1986, año de creación del Consorcio para atender el problema del chabolismo. Entonces se pusieron de acuerdo las tres administraciones para participar en un proyecto social muy ambicioso. La Delegación del Gobierno en Madrid, presente en el Consorcio como representante de la Administración central, abandonó pronto su compromiso con este proyecto ante la falta de presupuesto para atender a las necesidades del realojo de chabolistas. El trabajo del organismo estuvo salpicado de obstáculos, y la falta de acuerdo entre las dos instituciones que lo gobernaban hizo el resto.

Pues bien, en los últimos tres años (coincidiendo con la victoria del Partido Popular en la Comunidad de Madrid y su llegada al Gobierno), el Consorcio ha conseguido trasladar a una vivienda digna a una tercera parte de estas familias chabolistas (850, casi 300 al año), cuando en los nueve años anteriores, desde la creación del Consorcio en 1986 hasta 1995, fueron 1.820 las realojadas, a una media de 200 al año.

Pisos privados

Este empujón de los últimos años ha sido posible porque desde 1996 los realojos no se realizan sólo en vivienda pública, sino también en pisos privados adquiridos por las instituciones a sus propietarios, con lo que aumenta el número de casas reservadas para este fin. Asimismo, el propio crecimiento urbanístico de la ciudad ha acelerado el proceso, ya que, por ejemplo, el desmantelamiento de las favelas de Los Focos (San Blas) urgía para construir 10.000 viviendas y un hipermercado. Ahora sólo quedan en la capital medio centenar de chabolas del censo de 1986 a las que hay que sumar otro millar en barriadas de reciente creación como Las Barranquillas (Vallecas Villa) o El Salobral (Villaverde).