CUADRAR LA FREGONA

Antonia María Cáceres, de 36 años, no ha conseguido todavía cuadrar el círculo pero sí acaba de descubrir que, si las fregonas fueran cuadradas, se trabajaría menos y se conseguiría más limpieza. Como muchas mujeres, la inventora de la idea compatibiliza las tareas del hogar con el trabajo y, un buen día, siempre con prisas, observó que su fregona habitual no llegaba a las esquinas. "¿Por qué no cuadrada?", se preguntó. Dicho y hecho, enseguida se lo contó a su esposo, Gregorio Callejo, a punto de cumplir los 38 años, que fue el encargado de desarrollar un prototipo del artilugio, que ya está patentado, tiene su correspondiente marca y a punto de iniciarse su fabricación. El matrimonio, que gestiona un almacén en Cuéllar, ha adquirido grandes dotes de mercadotecnia y la mujer explica con igual desparpajo que cualquier actor publicitario que, "al tener cabezal cuadrado esta fregona limpia cualquier suciedad de los ángulos de las paredes y su alzado lateral llega a los zócalos...". Así lo pudo contar en la Feria del Diseño, celebrada en Valladolid, trampolín de su comercialización.-