Rita Barberá proclama a "las últimas falleras mayores del siglo XX"

Sin tiempo para asimilar su recién adquirida condición de celebridades, una joven de 20 años, Sandra Bonet, y una niña de 10, María Amparo Morosoli, se subieron ayer a la palestra del hemiciclo para ser proclamadas por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, como "las últimas falleras mayores del siglo XX", pese a que el siglo XX finaliza el último día del año 2000. Sandra iba hecha un manojo de nervios, en opinión de su padre, pero no dejó de sonreír en ningún momento. A la pequeña, de tez morena y cara regordeta, se la veía más cómoda en su papel protagonista, como si estuviera en su fiesta de cumpleaños. La ex fallera mayor, Susana Remohí, no pudo contener las lágrimas, sobre todo cuando Barberá le recordó que todo se había acabado al agradecerle los servicios prestados. Concienciada por sus predecesoras sobre el brillo fugaz que ofrece este oficio, Sandra repitió ante los micrófonos su decisión de vivir intensamente "los momentos con chispa".