Comer y no comer

La primera descripción del síndrome de la anorexia nerviosa aparece ya en el siglo XIX. Se trata de una enfermedad mental, que consiste en una pérdida voluntaria de peso por un deseo patológico de adelgazar y un intenso temor a la obesidad. El grupo de riesgo lo constituyen las chicas de edades comprendidas entre 12 y 18 años, y se calcula que en los países desarrollados afecta a una de cada 200 o 300 chicas. Los factores que predisponen a contraer la enfermedad son, además de ser una mujer joven, poseer antecedentes familiares de anorexia,bulimia, trastornos depresivos, obsesivos o alcoholismo; sufrir previamente un problema de obesidad o algo de sobrepeso; o tener una personalidad perfeccionista, sufrir de timidez o una baja autoestima. Los principales síntomas son una pérdida anormal de peso,alteración o pérdida de la menstruación, ejercicio físico excesivo y aislamiento social. En líneas generales, un 40% de los enfermos se curan totalmente, aunque del 1 al 3% fallecen por desnutrición, fallo cardíaco o suicidio, y los restantes casos no consiguen una curación total, volviéndose un problema crónico. La bulimia se caracteriza por el deseo de comer grandes cantidades de comida en un corto espacio de tiempo, a lo que siguen conductas tendentes a evitar el aumento de peso, tales como ayuno, utilización de laxantes y vómitos provocados. Según datos de Emakunde, los enfermos bulímicos en el País Vasco rondan los 7.500. Al igual que la anorexia, es más frecuente en la mujer que en el varón, en una proporción de 10 a 1, presentándose alrededor de los 20 años. La bulimia es más frecuente que la anorexia, ya que entre 3 y 10 chicas de cada 100 la padecen. En la mayoría de los casos, la bulimia comienza tras dietas de adelgazamiento excesivas, y/o en el curso de una anorexia nerviosa. La mitad de los casos de anorexia evolucionan hacia una bulimia. Entre un 40 y 50% de las personas bulímicas alcanzan la curación, aunque frecuentemente el curso de la enfermedad es crónico e intermitente a lo largo de varios años. Tanto en el caso de la anorexia como en de la bulimia, el diagnóstico y tratamiento precoz es vital para combatirlas.