UNIVERSIDAD Educación pide a Pedreño que justifique los daños de la riada

Cuando se va a cumplir un año de las lluvias torrenciales que causaron cientos de millones de pesetas en desperfectos, la Universidad de Alicante todavía mantiene algunas áreas de sus instalaciones inutilizables. La zona más afectada por la riada son los bajos de la biblioteca general y el edificio del nuevo Museo Universitario. Ayer, la directora general de Universidades, Carmen Martorell, recibió en Valencia a una delegación del Consejo Social de la Universidad, con su presidente Ricardo Ferré a la cabeza, para buscar una solución a este problema. Los cálculos del equipo de gobierno que preside el rector Andrés Pedreño apuntan a más de 1.000 millones de pesetas en pérdidas (material informático, desperfecto en inmuebles, fondos bibliográficos y mobiliario). La directora general emplazó al Consejo Social a que en el plazo de 15 días justifique esas pérdidas. "Antes de pagar debemos saber el origen de los desperfectos", afirmó Martorell, quien explicó que los daños pueden ser consecuencia de un fallo en las obras, o de las inundaciones. "Hace falta un informe técnico de la empresa y otro de la Universidad", apuntó la directora general, quien está dispuesta a asumir el gasto. Martorell dijo que la reunión, de más de tres horas, transcurrió en un clima "cordial". "Todos los problemas tienen solución cuando se dialoga, pero si no hay negociación no puede haber acuerdo", recriminó Martorell al equipo de Pedreño. La directora general criticó que hasta el mes de agosto pasado, 11 meses después de las inundaciones, la Universidad de Alicante no remitiera ningún informe técnico sobre los desperfectos ocasionados. "En un mes y medio hemos avanzado más que en siete meses", comentó.