Tenso encuentro entre Becerril y Marqués

"Allí toda sutileza es poca", dice Sabino Fernández Campo, tantos años llevando los entresijos de la Casa Real, de quien ahora se encarga del protocolo en el Gobierno asturiano. Don Sabino, como ovetense, es uno de los invitados a los actos que el Centro Asturiano de Sevilla celebra esta semana. Toda la delegación acudió ayer al Ayuntamiento de Sevilla, comandada por Sergio Marqués, presidente del Principado expulsado del PP a instancias de su ex amigo Francisco Álvarez-Cascos. Las gaitas de la banda de Candás y los bailes de un grupo folclórico de Perlora amainaron el temporal de las formas. Se mascaba cierta tensión en el primer encuentro, que Soledad Becerril capeó como pudo. "En Oviedo lloviendo como corresponde". Las notas emotivas ayudaron a hacer el resto. Especialmente cuando Joaquín Álvarez, asturiano de Sama de Langreo y presidente del Centro Asturiano de Sevilla, le regaló a la alcaldesa una placa alusiva a la recepción del año pasado, en la que estaba presente Alberto Jiménez-Becerril, el edil asesinado por ETA. "Si se refiere a las actuaciones del Gobierno, no sé si son merecedoras", dijo Marqués cuando se le recordó que Rafael Escuredo declaró que "lo de Asturias es del Guinness". Al menos le quedan las gaitas. "Los gaiteros le quedan a la Asturias eterna".