La quema de 2.600 hectáreas empaña el balance del Infoca de 1998

Ni la favorable meteorología, ni los 4.300 hombres adscritos al servicio contra incendios Infoca ni los 6.000 millones de presupuesto han podido evitar que se hayan incrementado los incendios forestales en Andalucía, por segundo año consecutivo. El director general de Gestión de la consejería de Medio Ambiente, Juan María Cornejo, dio a conocer ayer el balance de incendios registrados desde el 1 de enero al 23 de septiembre en la comunidad autónoma: 865 siniestros que afectaron a 2.600 hectáreas. Una cifra superior al periodo comprendido entre el 1 de enero y el 21 de agosto del pasado año, donde resultaron afectadas poco más de 2.000 hectáreas. La tendencia a un incremento paulatino en el número de incendios se confirma este año, con 600 hectáreas más calcinadas por el fuego. Juan María Cornejo admitió que 1998 ha sido el año "menos bueno" de los últimos tres años, pero recordó que la situación actual nada tiene que ver con el fatídico año 1991, cuando fueron arrasadas por las llamas 62.454 hectáreas del territorio andaluz. La tesis defendida por Cornejo es que la Junta y el Infoca van ganando batallas. En los primeros 9 meses de este año han sido detenidas 54 personas por su implicación en incendios y algunas de ellas están en prisión. El 75% de los fuegos ha sido esclarecidos. Un 36% fue intencionado, otro 28% fue fruto de la negligencia y el resto tiene causas diversas. Para el responsable de Medio Ambiente, las campañas informativas y de formación siguen siendo fundamentales en la lucha contra los incendios. También juegan un papel prioritario, según Medio Ambiente, los programas de inversión forestal, sufragados y diseñados por la Unión Europea, el Gobierno central y la Junta, añadió Cornejo. Otro instrumento clave será la futura Ley de prevención, que será discutida en octubre en el Parlamento andaluz. En el texto se contemplan multas de más de 50 millones de pesetas y se incrementa la importancia del voluntariado, contemplándose ayudas económicas para las agrupaciones voluntarias.