La química Rontealde anuncia que reducirá en un 20% las emisiones a la atmósfera con su nuevo equipamiento

La empresa química Rontealde, ubicada en el municipio vizcaíno de Barakaldo, ha anunciado que implantará nuevos equipamientos que reducirán en un 20% sus emisiones atmosféricas, según informó ayer la propia factoría. Los equipamientos costarán cerca de 700 millones de pesetas. La planta, dedicada al tratamiento del azufre residual de refinerías para fabricar ácido sulfúrico, instalará un preconvertidor que ya ha sido encargado a una ingeniería alemana y cuyo coste supera los 400 millones. Los 300 millones restantes se invertirán en la implantación de un rotor en el grupo de turbogeneración "con el que se espera conseguir un incremento de 17.000 megawatios anuales en la aportación de energía a la red de distribución eléctrica". Rontealde cambió su sistema de producción en 1995, al año siguiente de que se produjera su escape tóxico más importante, tras el que falleció un vecino de Barakaldo. Entonces, invirtió más de 1.300 millones de pesetas para que su producción partiera del azufre líquido en vez del sólido, lo que simplificaba todo el proceso y reducía la concentración de gases en cerca de un 50%. La empresa se enfrenta ahora a la celebración de un juicio por el escape que se produjo en sus instalaciones en 1994. Un auto dictado por un juzgado de Barakaldo, en noviembre pasado, apreciaba por primera vez en España un delito ecológico con resultado de muerte y establecía una relación directa entre las emanaciones de dióxido de azufre y el fallecimiento del vecino. Además, el juez culpaba a Rontealde de múltiples irregularidades: la operación de puesta en marcha de la producción se realizó sin tener en cuenta las condiciones climáticas, el sensor no cumplía las prescripciones técnicas y no hubo consulta previa al Departamento de Medio Ambiente. La defensa de Rontealde presentó un recurso de apelación, que se estudió el pasado julio en la Audiencia de Bilbao. En la vista, los letrados defensores argumentaron que las acusaciones se basan en "impresiones subjetivas" y pidieron el archivo el caso. La Audiencia debe resolver este recurso y, de ser rechazado, señalará la fecha del juicio que, según las previsiones, tendría lugar a finales de este año.