Insectos para controlar plagas

En el último año se ha incrementado en un 50% el número de agricultores que utiliza en Cataluña las técnicas de producción integrada -que emplean insectos, como normal general, para controlar las plagas en lugar de los tradicionales pesticidas-. Pese al aumento de productores, sólo un 5% de las hortalizas y frutas de Cataluña se cultiva con estas técnicas. Según datos del Consejo de la Denominación Genérica de Producción Integrada, ofrecidos en Santa Susanna (Maresme), donde se desarrolló un encuentro de expertos sobre el tema, en Cataluña hay 309 agricultores que utilizan estas técnicas para cultivar. De momento, se comercializan tomates, peras, manzanas y cítricos bajo esta denominación, que se identifica por un logotipo único: una mariquita, animal muy útil para combatir determinadas plagas de insectos. La producción integrada no rechaza totalmente la utilización de pesticidas, pero el Consejo de la Denominación Genérica vela para que sólo se usen productos agroquímicos con el fin de aumentar la protección del medio ambiente y la salud humana, es decir, sólo cuando una plaga no se pueda controlar con la introducción en los cultivos de depredadores de los causantes de la plaga. Con este sistema se consigue que el precio de venta del producto al público sea muy poco superior al del cultivo con pesticidas. En Cataluña se produjeron el año pasado 44.500 toneladas de frutas y hortalizas con las técnicas de producción integrada. La cifra representa sólo un 5% del total de alimentos agrícolas cultivados y dista mucho de los porcentajes que ya existen en otros países europeos. En Austria, un 100% de los cultivos utilizan estas técnicas y, además, las grandes superficies comerciales exigen a sus proveedores que las frutas y verduras estén producidas así. Según Josep Maria Pareta, presidente del Consejo de la Denominación Genérica de Producción Integrada, aunque los agricultores son reticentes, en un principio, a utilizar estas nuevas técnicas, a corto plazo deberán adaptarse para poder competir en Europa. Uno de los aspectos fundamentales de la producción integrada radica en que se permite al agricultor la utilización controlada de pesticidas, lo que evita la pérdida de la cosecha ante posibles plagas que no se pueden erradicar introduciendo depredadores naturales como la mariquita.