La fuga de navieras sume en una grave crisis al puerto de Vilanova, el tercero de Cataluña

El puerto de Vilanova i la Geltrú, hasta ahora el tercero de Cataluña, pasa por horas bajas. Las dos compañías navieras más importantes que operaban en él, Umafisa y Flebasa, lo abandonarán y se instalarán respectivamente en los puertos de Barcelona y de Tarragona, por lo que, de repente, el tráfico comercial portuario en la capital del Garraf se reducirá prácticamente a la mitad. Puertos de Cataluña, la empresa de la Generalitat que gestiona el puerto de Vilanova, ha encargado ya un plan estratégico a la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) para reactivarlo.

El volumen de mercancías que circuló por el puerto de Vilanova ya decayó el año pasado: de las casi 500.000 toneladas del año 1996 se pasó a las 421.000 toneladas del año 1997. Cuando la Generalitat hizo públicos estos datos, en el mes de marzo pasado, algunos consignatarios que operan en Vilanova alertaron entonces sobre la necesidad de iniciar inmediatamente una reflexión "real y valiente" sobre el futuro del puerto y adoptar medidas. Estos mismos consignatarios y la Asociación de Empresarios del Garraf (ADEG) han solicitado repetidas veces que el puerto se dote de más infraestructuras: una aduana para potenciar el tráfico internacional, nuevas superficies para trabajos de carga y descarga y grúas especiales para el transporte de contenedores. La marcha de las navieras Umafisa y Flebasa (empresas que enlazan con las islas Baleares) agravará el panorama. Se da la circunstancia de que estas dos navieras facturaron el año pasado el 55% de las mercancías que pasaron por Vilanova. Los responsables de Umafisa han anunciado que se trasladarán al puerto de Barcelona, donde existen mejores perspectivas de mercado. Por su parte, Flebasa espera que sus transbordadores de pasajeros irán más llenos si enlazan a partir de ahora Palma de Mallorca con Tarragona, que se encuentra a pocos minutos en autobús de Port Aventura. Hasta la fecha, el puerto de Vilanova i la Geltrú ha podido ser competitivo gracias a sus tarifas más económicas, pero la reciente reducción de precios y tasas en los dos grandes puertos catalanes ha dado un vuelco a la situación. El consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Pere Macias, visitó Vilanova a finales de abril y reconoció entonces que a causa de la liberalización del sector se ha abierto una batalla comercial entre todos los puertos que obligará a una serie de cambios. "Se ha encargado un plan estratégico para el puerto de Vilanova que deberá servir para potenciarlo comercialmente", anunció el consejero. El director general de Puertos, Enric Ticó, se entrevistó el mes de mayo pasado con los empresarios locales, que habían organizado un debate sobre el futuro del puerto. "Con la nueva legislación de puertos, podremos efectuar una política más agresiva en las tarifas", dijo Ticó. "Tenemos que ser capaces de reflexionar para decidir si lo que conviene al puerto es el tráfico de mercancías o si debe abrirse a otros sectores que podrían generar más riqueza en la ciudad", añadió. En este punto, el director general de Puertos de la Generalitat no descartó la posibilidad de reforzar el turismo de pequeños cruceros u otras actividades lúdicas. El mes de junio pasado, Puertos de la Generalitat anunció que este verano enviará una delegación a Argentina para establecer contactos con las autoridades portuarias de ese país. La Generalitat confía en que el puerto de Vilanova pueda convertirse en puerta de entrada para productos del Mercosur. También se está estudiando la posibilidad de aprovechar las instalaciones dejadas por Flebasa para abrir un centro de recuperación de animales marinos.