Descartada la existencia de vertidos tóxicos en el embalse de Valmayor

El misterio de la muerte de los peces de Valmayor sigue sin resolverse, aunque ya se ha descartado una de las hipótesis que se barajaban. La causa del fallecimiento de los miles de percasoles (un pequeño pez de unos diez centímetros de tamaño) no ha sido el vertido de sustancias tóxicas al embalse, ya que éste no se ha producido. Así lo afirmaron ayer fuentes de la Confederación Hidrográfica del Tajo.Este organismo, gestor de los recursos acuíferos, disponía ya ayer de los primeros resultados de los análisis de aguas de este embalse del oeste de la región. Los análisis confirmaban que el embalse goza de buena salud. "El agua de Valmayor presenta la temperatura y el grado de eutrofización [el porcentaje de la materia sólida en suspensión] similar al de otros años en esta época, y asimismo, los parámetros analizados de pH, conductividad y oxígeno disuelto han dado valores normales", según se lee en el informe de la Confederación Hidrográfica del Tajo.

El presidente de esta institución, José Antonio Llanos, explicó ayer a Efe que, "en principio, parece descartarse que el motivo de la muerte haya sido producido por sustancias químicas o un descenso brusco del oxígeno".

La Consejería de Medio Ambiente analizó ayer todas las bocas de vertido de la margen izquierda del embalse. "Y no se ha encontrado ningún vertido urbano anómalo", señaló ayer el director general del Medio Natural, José Javier Fernández Santamaría. Los técnicos regionales investigarán hoy los vertidos de la margen derecha.

Medio Ambiente ha encargado a un laboratorio de Colmenar Viejo los análisis de los peces muertos para determinar la causa de su fallecimiento.

La tesis del golpe de calor sigue sin descartarse: "Estos peces viven en las orillas, las zonas menos profundas y de agua más caliente", señaló Fernández Santamaría.