Inversiones y crecimiento económico son la prioridad de CiU para el presupuesto de 1999

Las inversiones del Estado en Cataluña y los índices macroeconómicos de crecimiento, déficit público e inflación serán los ejes de la negociación entre el Gobierno del PP y sus aliados nacionalistas catalanes sobre el presupuesto de 1999. Convergència i Unió (CiU) no pondrá esta vez tanto énfasis en las demandas presupuestarias derivadas de las reivindicaciones autonómicas como en el mantenimiento del ritmo inversor del Estado en grandes infraestructuras en Cataluña, así como en el crecimiento de la economía española y en el control del déficit y la inflación.

El comité de enlace de CiU estableció ayer la estrategia de la coalición nacionalista ante la próxima negociación de los presupuestos del Estado de 1999. Lejos de la estrategia de años anteriores, cuando el objetivo de CiU fue conseguir mejoras de la financiación autonómica y de la sanidad pública, en esta ocasión la prioridad nacionalista es mantener el volumen de inversiones en Cataluña y la disciplina macroeconómica. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ya se encargó la semana pasada, después de reunirse en Madrid con el vicepresidente económico, Rodrigo Rato, y el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, de proclamar su satisfacción ante la marcha de las inversiones del Estado en Cataluña correspondientes al presupuesto actual. De cara a 1999, el objetivo de CiU no es tanto arrancar nuevos compromisos inversores como asegurar el mantenimiento del ritmo actual de las inversiones en grandes infraestructuras ya programadas, como el tren de alta velocidad, la reforma del aeropuerto de Barcelona y el desvío del Llobregat. En cuanto a la macroeconomía, los nacionalistas insistirán en el criterio de que la disciplina impuesta por Maastricht no debe relajarse una vez dentro de la Unión Monetaria Europea. CiU considera que hay que mantener un férreo control sobre la inflación y el déficit del sector público para aprovechar al máximo las posibilidades de crecimiento que ofrece la bonancible coyuntura económica. Tras la entrevista mantenida la semana pasada entre Pujol y Rato, a principios de la semana próxima sendas delegaciones del Gobierno central y de CiU abordarán los detalles de la negociación presupuestaria. Ese encuentro, en el que los representantes gubernamentales expondrán a los nacionalistas sus previsiones para 1999, precederá con toda probabilidad a la entrevista pendiente entre José María Aznar y Jordi Pujol. Este encuentro podría celebrarse también la semana próxima, aunque fuentes nacionalistas no descartaron ayer la posibilidad de que finalmente quedase aplazado hasta el regreso de las vacaciones. El secretario general de Convergència, Pere Esteve, trató de quitar fuego a la última polémica con sus aliados del PP, encendida a raíz de la cumbre de los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos celebrada la semana pasada en Barcelona, en la que los participantes se declararon partidarios de un Estado confederal. Esteve calificó ayer las reacciones de los conservadores de "convencionales, superficiales, típicamente centralistas y fruto de un escaso conocimiento de los documentos aprobados".