Petróleo en el Caspio

El pacto entre Rusia y Kazajistán respecto a cómo dividir sus respectivas demandas sobre el lecho del mar al norte del Caspio marca un paso decisivo para la exploración de la zona más prometedora de petróleo sin desarrollar de todo el mundo. (...) Después de años de prevaricación e intimidaciones, el Gobierno de Borís Yeltsin ha aceptado que el Caspio debe ser tratado como un mar, no como un lago. Esto significa el reconocimiento de la demanda de Kazajistán sobre sus propios recursos mar adentro, más que insistir en que todos los Estados del litoral deberían repartirse los recursos equitativamente. El acuerdo no es una garantía de que Moscú no intentará utilizar de nuevo su fuerza política: otro tema es la cuestión de los oleoductos, que será objeto de futuras negociaciones. Pero éste es un primer paso para una resolución pragmática de la batalla por el control de la indudable riqueza petrolífera. (...) La cuestión sobre cómo exportar el petróleo permanece en disputa. Rusia quiere enviar el crudo a través de sus propios oleoductos. También reconoce que exportarlo a través de Irán puede ser comercialmente delicado. (...) Una ruta a través de Irán es probablemente más barata, más eficiente y más prometedora. Sin embargo, Irán debería abandonar su insistencia en que el mar Caspio debe ser tratado como un lago para hacer posible una exploración rápida. Y Washington debe redoblar los esfuerzos en reabrir el diálogo con Teherán.

, 8 de julio