Menem sale en defensa del Ejército en vísperas del dictamen sobre Videla

El presidente de Argentina, Carlos Menem, ha dado un nuevo espaldarazo a las Fuerzas Armadas, en un momento en que los militares argentinos están seriamente cuestionados por su papel en los crímenes de la última dictadura y en el escándalo del tráfico ilegal de armas a Croacia y Ecuador. La proclama se produjo en vísperas del dictamen del juez sobre el procesamiento o no del ex dictador Jorge Videla por secuestro de niños.

Ante un auditorio de 300 jefes y oficiales reunidos en la cena de camaradería, en el Colegio Militar, el presidente manifestó: "Propongo un nunca más pronunciado desde el alma y no repetido de la boca para afuera y con fines subalternos y resentidos de baja especulación política, como los que reflejan algunos por ahí". Nunca más es el título del famoso informe sobre la represión elaborado por la Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas (Conadep) durante el Gobierno de Raúl Alfonsín.El discurso de Menem fue breve y rotundo en cuanto a su respaldo a la institución castrense, al destacar "el generoso servicio para acompañar con lealtad la democracia" y asegurar que "se están superando viejos rencores que no volverán a darse entre hermanos". Generales y almirantes, en activo y retirados, escucharon, junto a varios ministros, con atención y no poco alivio las palabras de aliento del jefe del Estado, que también hizo una alusión a "los miembros retirados, reserva para la defensa nacional". Los ex militares reunidos en el llamado Foro de Generales Retirados han expresado reiteradamente su malestar ante lo que consideran "ataques a la institución", especialmente la "humillante" detención de Videla.

El tono del apoyo de Menem a las tres armas está en la misma línea que utilizó en febrero durante un acto castrense. La diferencia está en que el resultado de las investigaciones judiciales sobre la actuación militar en el pasado y el presente empieza a dar resultados.

Videla está en la cárcel y a punto de ser procesado por el juez Roberto Marquevich por la sustracción de hijos de detenidas-desaparecidas; en varios países europeos -España, Italia, Alemania- hay causas abiertas contra militares argentinos por violación de derechos humanos; y el juez Adolfo Bagnasco realiza estos días una visita a Suiza y España para tomar declaración a testigos de la represión. El próximo lunes llegará a Madrid, donde tiene previsto interrogar a ex detenidas en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), que presenciaron nacimientos de hijos de detenidas. No se descarta que declare ante Bagnasco Silvina Labayrú, quien después de dar a luz en la ESMA fue obligada por el ex capitán de navío Alfredo Astiz a participar en una operación militar en la iglesia de la Santa Cruz, en 1977. Astiz fue juzgado y condenado a cadena perpetua por un tribunal de París, tras lo cual el Gobierno francés solicitó su extradición. El ex-capitán de navío no puede salir de Argentina sin riesgo de ser detenido por la Interpol.

Las investigaciones judiciales sobre actuaciones del Ejército han salpicado a la cúpula actual con el escándalo de tráfico clandestino de armas a Croacia durante la guerra en la antigua Yugoslavia, y a Ecuador, en el curso del último conflicto armado con Perú. El ex ministro argentino de Defensa Óscar Camilión estaba citado ayer a declarar sobre una explosión ocurrida en noviembre de 1995 en la fábrica militar de Río Tercero. El juez que lleva el caso no descarta que dicha explosión fuera un sabotaje destinado a encubrir la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia.