La ejecutiva regional del PSOE insta a un pacto a tres bandas para diseñar la oposición municipal

La ejecutiva regional del PSOE instó ayer, a través del secretario de Organización, Luis Pizarro, a un pacto a tres bandas entre los candidatos elegidos, los grupos municipales y el partido para diseñar la oposición a los alcaldes del PP en el último año que resta hasta las elecciones. Pizarro, al igual que hizo el día anterior el secretario general, Manuel Chaves, pidió a José Rodríguez de la Borbolla que reconsidere su decisión de dimitir como portavoz municipal de Sevilla y afirmó que "las primarias no se plantearon para que los que perdieran tuvieran que dimitir, sino todo lo contrario. La gente no puede salir corriendo".

A juicio de algunos dirigentes, los resultados de las primarias celebradas el pasado sábado impiden hacer una lectura uniforme de lo ocurrido en Andalucía. Un denominador común ha sido que los militantes han optado por el cambio, pero ese criterio que sirve para analizar lo sucedido en Sevilla, Málaga y Marbella, no vale para lo ocurrido en Jaén y Granada. Tampoco la adscripción de los aspirantes a los aparatos locales sirve de línea común para todos los casos, ya que mientras que en Sevilla, Granada y Marbella, los ganadores han contado con el apoyo de las direcciones, en Jaén se ha dado el caso contrario y en Málaga, donde se registró la participación más baja de toda Andalucía, la ejecutiva no apostó por ninguno, y allí donde los dirigentes de los comités locales hicieron bandera de alguno de los pretendientes fueron los lugares donde sacaron peores notas. En cuanto a las lecturas internas, no es posible sacar una conclusión homogénea y habría que analizar la situación en cada territorio, opinan los dirigentes consultados. Sevilla y Granada han demostrado que disfrutan de mayorías orgánicas sólidas, mientras que en Jaén habrá que esperar a ver cómo se administran los resultados, ya que Juan Torres, pese a que perdió el apoyo de Zarrías, es un candidato procedente de la mayoría renovadora. Y en el caso de Málaga, un dirigente regional afirmó ayer: "Los resultados de Málaga son magníficos para no llegar a ninguna conclusión". El principal reto de la ejecutiva regional a partir de hoy es articular una oposición con todos los protagonistas en liza. Se prevén mayores dificultades en Sevilla, Málaga y Marbella, donde los actuales portavoces municipales perdieron las votaciones del sábado. Cuando hace un año las primarias en el PSOE sólo eran una formulación teórica, uno de los argumentos que jugó en contra de adelantar las nominaciones fue el de la desautorización de los jefes de grupo si no éstos no repetían como cabeza de cartel electoral. De hecho, en el último pleno del Ayuntamiento de Sevilla la alcaldesa, Soledad Becerril, rebatió una crítica de De la Borbolla sobre la inexistencia de gobierno en la ciudad con la siguiente frase: "Aquí el único presunto es usted, que ni siquiera es candidato". Pese a las peticiones de Manuel Chaves, Luis Pizarro, Carmen Hermosín y Alfredo Sánchez Monteseirín para que continúe al frente de la portavocía, la decisión de Rodríguez de la Borbolla de dimitir del puesto es firme, teniendo en cuenta que una de las líneas de la campaña del candidato socialista a la alcaldía de Sevilla ha sido la de criticar la oposición desarrollada en estos tres años. Aunque no hay nada decidido, en Málaga es probable que Eduardo Martín Toval adopte la misma decisión, igual que en el caso de Marbella. Luis Pizarro abogó ayer por abrir una negociación a tres bandas (candidatos, grupos municipales y partido) para diseñar la oposición socialista en los ayuntamientos y "compatibilizar" el trabajo de los candidatos elegidos con los portavoces municipales. El responsable de Organización, que afirmó que la decisión de Borbolla se "puede entender en términos personales, pero no políticos", aseguró: "Las primarias no se plantearon para que los que perdiera tuviera que dimitir, sino todo lo contrario: hay que sumar y complementar el trabajo de los grupos, los candidatos y el partido". Pizarro reconoció que el sistema de primarias tiene "lagunas importantes" y asuntos no resueltos, como la convivencia de las direcciones elegidas en un congreso con los candidatos. A su juicio, algunos aspirantes "han querido sacar ventaja situándose frente al candidato de la dirección, como desligitimándolo". Aunque evitó hacer lecturas internas de los resultados, Pizarro abogó por "superar las tensiones" de los días pasados, ya de lo que contrario "no se aprovecharía el impulso de las primarias".