Italia ya sonríe

Italia se distancia. No tiene aún nada asegurado -una derrota en la última jornada, ante Austria, podría dejarle fuera de la segunda fase-, pero al menos ya respira al frente de su grupo. Ayer, con Roberto Baggio en la alineación, Del Piero en el banquillo y Vieri de goleador, resolvió con comodidad su segunda cita, ante Camerún. Tres goles, uno de Di Biagio y dos del mejor artillero, Christian Vieri, le valieron para llevarse la victoria. Pero la goleada es engañosa, conquistada en los minutos de la basura. El grupo de Maldini tiró de la tradicional aritmética italiana, tan dada a sacar petróleo de un simple gol. Porque fue el primer tanto lo que trató de defender durante toda la contienda.No cuajó una gran actuación el grupo transalpino, pero tampoco pasó agobios. Dio la sensación de estar sobre el partido y el rival en todo momento. Camerún no existió: jugó mal y con mucha violencia. Italia no arriesgó. Le importó poco quedarse en superioridad numérica al filo del descanso tras la expulsión de Kalla. Siguió jugando con las mismas precauciones ante diez que ante once.

Roberto Baggio no tuvo un papel tan estelar como el primer día. Se llevó unas cuantas patadas de los agresivos defensas africanos y no fue capaz de brindar una sola jugada acorde con su talento. No tuvo peso ni fantasía. Y tal vez por eso Maldini decidió regalarle minutos de descanso. Y al tiempo, contentar un poco a Del Piero, que no está llevando demasiado bien sus suplencias. El juventino mejoró la imagen. Con él, llegaron los buenos minutos de juego. Pero el mejor fue Vieri. En su papel, de goleador, de delantero puro. Ahí no falla. Quiere el pichichi y está dispuesto a peleárselo a Salas. Los dos están con tres tantos.

Páginas 44 y 45