La física aplicada a los mercados
El planteamiento sistemático ocupa un lugar aparte en el universo de la gestión financiera. Tradicionalmente, un investigador decide comprar en bolsa un determinado título en función de parámetros llamados fundamentales como el crecimiento de los resultados, las perspectivas del mercado, la calidad de los equipos directivos...Del mismo modo, juzgará la evolución probable del dólar o de los tipos de interés en función de datos políticos o económicos más o menos cuantificados.
Con la gestión sistemática, el operador ignora los datos fundamentales. Esto presenta en primer lugar la ventaja de protegerlo contra comportamientos pasionales, de preservarlo contra sus propias creencias y sus propias obstinaciones que, en los mercados financieros, a menudo son la fuente de sonadas pérdidas.
Puramente objetivo, se limita a observar el comportamiento de los mercados mediante el análisis de la evolución de las cotizaciones e intenta descubrir reglas cuya validez estadística pueda probar. Mientras que la gestión tradicional se asemeja a un arte, la gestión sistemática aborda los mercados como las ciencias físicas, mediante la observación, las pruebas y la validación/invalidación de reglas explícitas.
Los mercados alimentan enormes bases de datos: cotizaciones anotadas día a día (o incluso minuto a minuto) sobre miles de valores. Esta masa de datos permite, por ejemplo, estudiar el comportamiento del mercado del grano de Chicago durante el auge de los años setenta o la evolución de la cotización de l"Oreal desde hace 10 años.
En estas condiciones, la investigación es potencialmente infinita. Con la gestión sistemática se entra en el ámbito de la estadística y de la inteligencia artificial (redes neuronales, sistemas expertos, algoritmos genéticos, lógica borrosa). Las pistas exploradas son innumerables, pero muchas terminan en un callejón sin salida.
Hoy, el estudio de las secuencias -probabilidad de un alza tras x sesiones de bajada o tras un alza superior a una cantidad determinada- parece ser la vía de investigación más prometedora. En especial el trend following (seguimiento de tendencias), muy en boga en Estados Unidos.
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