La inversión española en el exterior sigue a un fuerte ritmo y crece el 21% hasta marzo

La inversión española en el exterior continúa el fuerte ritmo de crecimiento experimentado en los últimos años. En el primer trimestre de este año el aumento de la inversión neta fue del 21%, con un monto total de 404.427 millones de pesetas (la bruta se elevó a 488.696 millones de pesetas) con relación al mismo periodo de 1997.Una abrumadora mayoría de estas operaciones de inversión, aproximadamente el 90%, consistió en ampliaciones de capital o en adquisiciones de sociedades no residentes, según informó ayer la Secretaría de Estado de Comercio.

Destaca en este periodo el cambio que se ha producido en la inversión destinada a los llamados paraísos fiscales, encabezados por Panamá, que cae en picado. En los tres primeros meses de 1997 recibieron algo más de la quinta parte, mientras que en el primer trimestre del año solamente les llegó el 1,6% de la inversión bruta. Esta reducción pone de relieve el posible retraimiento de los inversores que mantenían sus fondos en paraísos por las medidas de control impuestas por Hacienda.

La distribución geográfica de estas operaciones se modificó ligeramente con relación a años anteriores. América Latina es todavía un destino más privilegiado de la inversión española. Absorbió el 41% de la inversión bruta española, un 17% más que durante el mismo periodo del año anterior. Por países, Argentina se coloca en primer lugar, con un 15%, seguida por Brasil (11%) y, en tercer lugar, por Chile (7%).

Los socios de España en la Unión Europea constituyen, en su conjunto, el segundo destino de la inversión española. Recibieron el 38%.

A diferencia, sin embargo, de lo que sucedió a principios del año pasado, en 1998 la inversión española en esa área no se concentra casi exclusivamente en Portugal y en Holanda, país donde se domicilian numerosas sociedades porque les otorga un mejor trato fiscal. Ambos siguen situándose en cabeza en buen lugar, pero también ocupan puestos destacados Bélgica, que absorbió el 10%, el Reino Unido (9%), Alemania (5%) y Francia (4,3%). Esta diversificación en Europa es achacable a la próxima introducción del euro.

A la diversificación geográfica se añade, en menor medida, la sectorial. El año pasado tres sectores, los denominados "otras manufacturas", intermediación financiera y otras actividades empresariales, representaban el 79% de la inversión. En el primer trimestre sólo han supuesto el 59%.

Se ha disparado, en cambio, la inversión de transporte y las comunicaciones, hasta alcanzar un 13%, la de alimentación, bebidas y tabaco, que supone un 9%, y la relacionada con la producción y distribución de energía (7%).

Por comunidades autónomas, Madrid predomina. El 68% de la inversión española procede de esta comunidad, y Cataluña figura en segundo lugar, con un 12%.