Rebeldes

Soy una estudiante de cuarto de enseñanza secundaria obligatoria del IES Antonio de Nebrija de Móstoles y escribo esta carta para denunciar la opinión que un elevado número de personas tiene sobre los jóvenes como yo.Cuando vas en el metro o por la calle, en el autobús o simplemente en la tienda donde compras el pan, oyes decir: "Estos jóvenes, ¡adónde vamos a llegar!". A mí me molesta mucho cuando oigo eso, porque nos tachan de desvergonzados, irresponsables, de no tener los pies en la tierra y de creernos que la vida es fácil; y no es así. La gran mayoría de los jóvenes de mi edad tiene los pies en la tierra y sabe que la vida es dura y que nadie da los duros a pesetas. De todos los jóvenes, sólo una minoría son los que responden a las críticas del centenar de personas que nos tachan de rebeldes.

No somos rebeldes, sólo queremos pasárnoslo bien a nuestro modo, y no al que un grupo de gente nos quiere imponer, que, si por ellos fuera, nos encerrarían en casa sin hacer nada. No hace mucho, un día, estando en clase, una profesora nos comentaba que nadie apostaba por nuestro futuro, que pensaban que no servíamos para nada y que ella no creía eso: ella apuesta por nosotros y confía en que el día de mañana podamos conseguir lo que nos propongamos. Por esta profesora y por la pequeña minoría que confía en nuestras posibilidades debemos demostrar que no somos rebeldes y que podemos conseguir nuestros objetivos.-