Protesta oficial de México ante EE UU por el caso del lavado de dinero

Estados Unidos mintió a México cuando afirmó que la Operación Casablanca contra el narcolavado de dinero en bancos mexicanos se desarrolló enteramente en suelo norteamericano, según se infiere de la protesta cursada a Washington por el Gobierno del presidente Ernesto Zedillo. Desde la ignorancia, o el temor a un deterioro de la relación bilateral, el ejecutivo mexicano reaccionó tibiamente el día del anuncio de la redada, en Los Angeles, pero la avalancha y tono de críticas, y las averiguaciones posteriores, determinaron una reclamación por escrito.De entrada, algunos altos funcionarios se habían subido al carro norteamericano aplaudiendo la operación, y otros declararon, en contra del sentido común, que México nada tenía que objetar pues las investigaciones y arrestos se ejecutaron en territorio extranjero.

Evidentemente, los agentes norteamericanos debieron actuar en México para poder cerrar la trampa urdida contra el blanqueo de capitales del narcotráfico en la banca local pero marginaron a las instituciones nacionales al no fiarse de ellas por el alto grado de corrupción existente entre sus miembros.

«No necesitaban consultar con nosotros porque era una operación bajo su cobertura», manifestó hace cuatro días Samuel González, Procurador General de la República (PGR), ajeno al parecer a los convenios de coordinación de esfuerzos e intercambio de información firmados entre los dos países.

«El pasado lunes, 18 de mayo», dice la nota de protesta redactada a instancias de Zedillo, «autoridades del Gobierno de Estados Unidos informaron al Gobierno de México sobre la realización de la denominada Operación Casablanca que, según la información proporcionada, habría sido llevada a cabo íntegramente en territorio estadounidense». «Sin embargo», agrega, «según se desprende de la información suministrada posteriormente a las autoridades mexicanas competentes, algunas de las acciones de la Operación Casablanca tuvieron lugar en territorio mexicano».