El modelo americano

Las fórmulas aplicadas hasta ahora, tanto en la capital federal, gobernada por el líder del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, como en los diferentes Estados, han tenido poco éxito. La disminución de los delitos en la ciudad de México, donde se denuncian diariamente 700, «es aún baja», reconoció Cárdenas. Manos a la obra, el procurador de Justicia (fiscalía) de la capital, Samuel Villar, viajó a Nueva York para aprender de los programas ejecutados en la urbe norteamericana, que redujeron hasta un 50% el número de delitos. Tratará de aplicarlos previo estudio de factibilidad. El esquema cero tolerancia neoyorkino contra la criminalidad y la corrupción se demostró eficaz. Sin embargo, el perfil del policía norteamericano no es el mismo que el del mexicano, ni las características de los delitos cometidos. Hasta ahora, 650 mandos medios de la Policía Judicial del Distrito Federal han asistido a cursos impartidos por el FBI . Para Cárdenas, el paro y la delincuencia en sus diferentes variantes son los dos principales azotes de esta ciudad de 19 millones de personas. Los pobres, mayoría, demandan la solución del primero, y la población de salarios medios y altos, la del segundo. «La corrupción», subrayó el alcalde en un análisis de fondo, «era y es una cultura de Gobierno y una forma de relación entre el Gobierno y la población que multiplica las trabas, destruye la credibilidad y genera descontento». No sólo eso. Asimismo permite una multimillonaria evasión en la recaudación de ingresos públicos, necesarios para recomponer las estructuras de la Administración y de los cuerpos de seguridad.