La píldora se ensayará en España en octubre

El próximo mes de octubre comenzarán en el hospital Juan Canalejo de A Coruña y en otros 14 centros médicos españoles -sólo uno privado- las pruebas para comprobar la eficacia de Viagra, la llamada píldora antiimpotencia comercializada ya en Estados Unidos, Andorra, Gibraltar y Suiza, con espectacular éxito. Los resultados de estos ensayos se enviarán a las autoridades sanitarias para su aprobación.Viagra lleva camino de disputar a la aspirina el título de medicamento más vendido de la historia, aunque su comercialización en España no se producirá hasta principios de 1999. Desde el 30 de abril hasta el 2 de mayo se reunieron en Palma de Mallorca los responsables de las unidades de andrología de estos hospitales para fijar los criterios de la experiencia. Allí acudió también el doctor Boolell, que ha participado en la experimentación clínica de la pastilla. Boolell afirmó que un estudio sobre 4.000 pacientes ha constatado ya que el fármaco facilita erecciones de «mayor duración y mejor calidad» en la mayoría de los pacientes, informa A. I.

Hombres voluntarios

En el hospital gallego les será suministrado el sildenafil, nombre científico de Viagra, a una veintena de voluntarios. Según Venancio Chantada Abal, jefe de la sección de Andrología, el medicamento, «del que no se conocen efectos secundarios de momento, sólo será efectivo en el 60% o 70% de los casos de impotencia. Para el resto de los afectados, siempre existe la solución quirúrgica».El doctor Chantada insiste en que «Viagra no es un afrodisiaco y tendrá que ser vendido bajo prescripción facultativa», como ya se hace en EE UU. La píldora se debe tomar una hora antes del coito y sus efectos duran otro tanto.

La realidad es que, con Viagra o sin ella, actualmente se soluciona prácticamente la totalidad de los casos de impotencia, mediante distintos métodos.

Para cuantificar de forma precisa la incidencia de este trastorno en España, el próximo mes de septiembre se pondrá en marcha el programa EDEM (Estudio de Disfunciones Eréctiles Masculinas) que seleccionará voluntarios mediante un muestreo telefónico previo.

Los que acepten participar en las pruebas serán dotados con un equipo llamado Rigiscal, que registra el número de erecciones nocturnas (de cinco a siete constituyen la media considerada normal), para determinar si el sujeto puede ser considerado impotente.