El Racing le echó casta para superar al Tenerife

Herido en su amor propio, es decir, tocado del ala en su autoestima, el Racing vengó ante el Tenerife, en un partido dramático, las afrentas sufridas a manos del Valencia (6-1) y Sporting (2-1). El cuadro de Marcos Alonso sentía una necesidad imperiosa de quitarse de encima el sentimiento de ridículo que le perseguía a todas partes por haber sido el primero que perdió ante el colista.Ante el Tenerife, el Racing se desprendió de los fantasmas que le acechaban, y a base de casta, coraje y pundonor, sacó adelante un partido no exento de escollos y de dificultades. Acostumbrados a navegar contra corriente, los hombres de Marcos Alonso sufrieron ayer lo indecible hasta el minuto 49, al haber sido superado por un Tenerife que basó su superioridad en el juego de Robaina, Emersón y el ala atacante compuesto por Juanele y Pinilla.

Sin embargo, la apuesta de Marcos Alonso por Alberto surtió efecto. Un balón perdido en el área puso a prueba el instinto de gol que caracteriza al delantero centro cántabro. A partir de ese momento, el Racing se enfundó el mono de trabajar, y sus jugadores buscaron la victoria en oleadas sucesivas que terminaron esfumando el juego del Tenerife.