La fiscalía ordena destruir 40.000 litros de aceite de colza desnaturalizado almacenados en una nave de Arganda

La fiscalía de Madrid ha requerido a la Consejería de Medio Ambiente para que retire y destruya los 40.000 litros de aceite de colza desnaturalizado almacenados desde 1984 por orden judicial en una nave de Arganda del Rey ahora semiabandonada.Este requerimiento cuenta, además, con el aval del tribunal de la Audiencia Nacional que juzgó el caso de la masiva intoxicación por aceite de colza, cuyo consumo acabó con la vida de 346 personas y afectó la salud de otras 20.000. Los bidones que contienen este aceite, altamente tóxico, están cada vez más deteriorados (hay fugas) debido al estado de semiabandono de la nave, según destaca la Guardia Civil en un informe remitido a la Fiscalía de Medio Ambiente, que dirige Emilio Valerio.

Tras el juicio por el llamado síndrome tóxico, los jueces ordenaron la destrucción de este dañino aceite. La Consejería de Sanidad de la Comunidad, a quien se encomendó inicialmente esa tarea, señaló que carecía de medios para hacerlo y adujo que esa labor, en todo caso, competía a la Consejería de Medio Ambiente. Sanidad, entre otras cosas, adujo que la retirada del aceite tóxico era un proceso costoso que requería una partida presupuestaria previa.

La fiscalía de Madrid, en un escrito enviado a Medio Ambiente el pasado día 5, entiende que la destrucción de esos 40.000 litros compete efectivamente a Medio Ambiente. Este departamento, según fuentes jurídicas, se ha comprometido a retirar el aceite tóxico, si bien en un principio puso pegas. Alegó que la retirada de los bidones que contienen el aceite es una labor que deben efectuar los dueños de la nave.

La Guardia Civil, en una inspección que realizó recientemente en la nave, observó graves anomalías. "Parte de la uralita del techo está rota, y hay bidones tan deteriorados que el aceite se ha derramado y se ha mezclado con agua de la lluvia y tierra del suelo", indica el informe.

El Ayuntamiento de Arganda también viene quejándose desde hace años del deplorable estado en que se halla la nave, de fácil acceso, y de la toxicidad del aceite allí almacenado.