Castro moviliza sus comités para dar una "bienvenida revolucionaria" al Papa

El Gobierno cubano prepara su propia movilización popular, al margen de la organizada por la Iglesia católica, para recibir mañana al Papa. Se trata, según el lenguaje oficial, de brindar a Juan Pablo II "una bienvenida revolucionaria". Para ello, el régimen ha puesto en acción a su principal instrumento de movilización, los Comités de Defensa de la Revolución, que impartirán instrucciones a los vecinos sobre dónde concentrarse y cómo saludar al Papa. El arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, se quejó ayer de la cobertura que la prensa y la televisión oficiales prestarán a la visita del Pontífice, que calificó de "deficiente", al tiempo que lamentó que no fueran retransmitidas todas las misas que celebrará el Pontífice. El cardenal negó que el Papa y el episcopado local puedan llegar a mediar en una hipotética transición política en la isla porque ésta no ha sido planteada. Desde el Vaticano, a los católicos se les hace saber, sin embargo, que "Juan Pablo II es consciente del alcance histórico de este peregrinaje, que desea marcar un nuevo comienzo de la historia de Cuba", en palabras publicadas en L´0sservatore Romano, el órgano oficial de la Santa Sede.