El Madrid se estrella en el Villamarín

, El Madrid llevaba diez años sinperder en el Benito Villamarín, llevaba media Liga sin perder fuera del Bernabéu. Anoche se rompierón ambos registros en un partido que tuvo fuerza en la primera parte y tuvo fútbol en el primer tercio de la segunda. Tuvo muchos goles y el Betis al final supo rentabilizar una ventaja siempre mínima que el Madrid acortó en dos ocasiones. Y el Barcelona, sin jugar, ya es campeón de invierno.El Madrid perdió anoche su condición de único equipo invicto, y eso ocurrió en tres períodos distintos del partido. El Betis le salvó dos veces la vida, el Madrid le devolvió tanta gentileza fallando goles cantados y los de Aragonés no perdonaron en el momento decisivo. Por primera vez, recibía el Madrid. tres goles en sus salidas. Los goles psicológicos del Betis constituían el principal estímulo para la reacción del Madrid, pero ese método rayano en el masoquismo no podía traer buenas consecuencias. El equipo de Heynckes tardó diez minutos en responder al gol de Jarni en la primera parte; cinco minutos en ' hacer lo propio en la segunda al gol de Oli, el más bonito del partido. Los jugadores acusaron la resaca en la primera par te, en la que se dedicaron más a arbitrar el partido que a jugarlo. Fue la explosión de los zurdos, los goles de Jarni y Roberto Carlos que compensaban la nulidad atacante de los delanteros y la confusión de los centrocampistas. Eran goles sin. fútbol. El fútbol llegó nada más iniciarse la segunda parte. Jugada extraordinaria de Jarni, centro a Alfonso, que remató de cabeza a la escuadra. El rechace lo recogió Oli, que marcó su sexto gol en la Liga.. El Madrid no había lanzado un solo córner en la primera parte. Pero no pudo sacarle más provecho al primer saque de esquina de que dispuso. Suker centró, Ureña salvó bajo los palos, y Raúl consiguió él segundo empate del partido.

Los goles fueron en la primera parte el consuelo a un partido sin fútbol. En la reanudación, el premío a un fútbol pletórico por parte de ambos equipos. Y justo cuando mejor jugaba el Madrid, que había dispuesto de tres ocasiones de gol en los pies de Raúl dos veces y en la cabeza de Suker, Vidakovic: se inventó una pared con Oli y el propio jugador yugoslavo marcó, lesionándose en el empeño.

El protagonismo inicial de los laterales izquierdos se iba extendiendo como la pólvora por el resto de las líneas. El campeón de Liga y el subcampeón de Copa, dos de los tres supervivientes españoles en Europa, iban entrando en materia. Suker tuvo en sus pies un nuevo empate a centro de Roberto Carlos, pero Prats hizo la parada del partido.

Finidi, el héroe de los últimos partidos del Betis en su feudo, apenas existía; y compensaban esa elipsis los asistentes Cañas y Márquez. Al nigeriano, lo anuló Roberto Carlos, que tuvo tiempo para hacer una pared con Raúl y atajar la inicial ventaja del gol de Jarni. El ritmo del partido cobraba una inusitada velocidad en los últimos minutos, pero las fuerzas estaban diezmadas. Seedorf y Redondo no eran capaces de romper la medular verdiblanca. Los goles de Jarni y Vidakovic: hacían ver que el mejor ataque es contar con defensas como ellos. Nada estaba decidido y todo podía pasar. Esa incertidumbre había sido la tónica del partido, pese a la lógica aparente de que siempre mandaba el Betis en el marcador. Recuperaba ,la racha de cuatro victorias consecutivas interrumpida en el Sardinero.El Madrid, pese a la incorporación de Savio, evidenciaba notables lagunas.

Vidakovic se lesionó en el tercer gol, pero. en realidad había roto al Madrid. Esta vez el gol psicológico no hacía las veces de terapia para el paciente, sino que lo inmovilizaba en su propia camisa de fuerza. El Madrid estaba loco por ganar, pero le pasaba factura la falta de cordura de una primera parte sin rumbo.