El hombre que mató por despecho a una mujer se tiró luego por un puente

Luis Miguel Cantero paró el Ford Escort a 208 kilómetros del lugar del crimen. Se encontraba en un puente de la N-II en el término de Bubierca (Zaragoza). Miró los 40 metros que le separaban del lecho de un río seco y se lanzó. Así dio término a su vida, a las seis de la tarde del miércoles, el hombre que seis horas antes había asestado 15 puñaladas a su ex compañera Olga Santos Avedía, de 33 años. El crimen, cometido en un almacén de artículos de regalo de Ventas, se debió a un despecho amoroso.

Justo a la hora en que Luis Miguel Cantero, de 26 años y vecino de Fuenlabrada, se suicidaba, el hijo de Olga Santos, de 17 años, descubría el cadáver de su madre, tendido boca abajo en un rincón del almacén. La mujer había sido asesinada con ensañamiento. El criminal, con un machete de 14 centímetros de largo, le había asestado 12 puñaladas en la espalda, una en el cuello y dos en el pecho. Después de matarla se había dirigido al aseo de la tienda y tranquilamente se había lavado las manos ensangrentadas. Cuando el hijo de la fallecida descubrió el cadáver aún se veían en el suelo las pisadas del criminal. Y la luz y la música de la radio seguían puestas en el local. El muchacho, rodeado de otros trabajadores, llamó a la Policía Municipal y al Samur. Los facultativos del servicio de ambulancias sólo pudieron certificar la muerte de Olga.El caso recayó en el Grupo de Homicidios de la Policía Judicial. Los agentes comprobaron que el asesino, al salir, había cerrado la tienda con llave y que había robado a la víctima el coche, un Ford Escort 1600 azul metalizado. Se dio orden de busca y captura en toda España. Poco después, la Guardia Civil de Alhama de Aragón informaba del hallazgo del vehículo en la carretera y de su ocupante, muerto en el cauce seco de un río.

Luis Miguel Cantero, según la policía, llevaba tres años trabajando para Olga, que ocupaba el puesto de gerente en la empresa de regalos Nipon Import. La mujer, tras una ruptura sentimental, había iniciado una relación con Cantero. Hace dos semanas, sin embargo, decidió romper con él.

Gritos y amenazas

Cantero, quien vendía los artículos de regalo en bares y tiendas, no aceptó esta separación y empezó a insultarla y a amenazarla ante otros empleados."Le gritaba y también la amenazó de muerte; ella, sin embargo, no presentó denuncia, en la creencia de que se le pasaría. Cuando supimos que la habían matado, no albergamos dudas sobre el autor. Era Luis Miguel", comentó un trabajador de la empresa. En la mañana del miércoles, Cantero, según la reconstrucción policial, se dirigió a la tienda de la calle de Fundadores, número 29, a recoger la mercancía. En el establecimiento sólo se encontraba Olga. Ambos, posiblemente, discutieron. El hombre cerró las puertas para evitar que se oyesen los gritos. Luego agarró el machete y mató a Olga.

Con las llaves de la víctima, Cantero sustrajo su coche y enfiló por la N-II rumbo a Zaragoza. La policía ignora por qué escogió ese destino. A la altura del kilómetro 208,300, en sentido a Madrid, paró el vehículo y se tiró por el puente. No fue difícil identificarle: en el bolsillo izquierdo de su camisa llevaba la documentación.

"No sabemos si tenía antecedentes psiquiátricos, pero el suicidio demuestra el desequilibrio de esta persona. Ha sido algo terrible", comentó la policía. La familia de la fallecida prefirió ayer guardar silencio ante el trágico crimen.