25 millones en joyas, calzados al vuelo

No todos los retrasos registrados este fin de semana en el aeropuerto de Barajas se debieron a la niebla. El sábado, a la una de la tarde, el vuelo 6741 de Iberia, con destino Bogotá (Colombia), se disponía a emprender vuelo por la pista 36 cuando la maniobra fue abortada por orden policial. El motivo de la detención iba oculto en la bolsa de mano de la pasajera que ocupaba el asiento 22-C, Sandra Carolina M. A., de 19 años. En el doble fondo de su equipaje viajaban 231 alhajas (valoradas en 25 millones de pesetas) que habían sido sustraídas el pasado martes a un joyero de un tirón en la calle de Narváez.

La investigación policial que culminó con esta incautación había despegado unos minutos antes en un control policial. Allí, los agentes de la comisaría de Barajas habían descubierto la presencia de Ever Gilberto V. R., de 27 años. El hombre, con dos antecedentes por robo con fuerza, viajaba con un billete a nombre de una tercera persona. Al revisar su equipaje, los policías encontraron una bolsa de mano, en cuyo doble fondo, envueltos en papel de regalo, iban tres paquetes con joyas. El paso siguiente fue sencillo: los agentes hicieron memoria y recordaron que en el control de pasajeros una mujer acababa de embarcar con una bolsa de mano de idénticas características. Era Sandra Carolina. Los policías dieron aviso inmediatamente a la torre de control, que ordenó parar la maniobra de despegue.