Un resfriado impide al Papa oficiar la misa por los cardenales muertos

La ausencia del papa Juan Pablo II en la misa que se celebró ayer en la basílica de San Pedro en sufragio por el alma de los obispos y cardenales fallecidos, desató ayer, de nuevo, las especulaciones sobre el estado de salud del Pontífice. Fuentes del Vaticano recordaron, sin embargo, que tampoco el año pasado celebró Juan Pablo II esta misa. El portavoz vaticano, Joaquín Navarro, se limitó a confirmar que el Papa mantendrá hoy su habitual audiencia general de los miércoles.Al parecer, fue la jornada del domingo, con ocasión de la larga misa celebrada para la beatificación de Giovanni Battista Scalabrini, Vilmos Apor y María Vicenta de Santa Dorotea Chávez Orozco, la que afectó la salud de Juan Pablo II, que se encontraba ayer ronco.

La misa por los cardenales y obispos que han fallecido a lo largo de este año fue oficiada en San Pedro por el cardenal Bernardin Gantin, decano del colegio cardenalicio.

[La salud del Papa ha sido objeto de frecuentes especulaciones especialmente a raíz de la fractura del fémur derecho que sufrió en 1994 y las diversas intervenciones quirúrgicas a las que ha sido sometido, entre ellas la extirpación de un tumor y una apendictomía, informa France Presse. En los últimos actos públicos a los que ha asistido, el Papa ha dado evidentes muestras de cansancio. Además, su mano derecha tiembla intensamente debido al mal de Parkinson, que reduce también la movilidad de los músculos de la parte izquierda del rostro y que afecta a su expresión hablada.]