Acusaciones dispares

Las diez acusaciones personadas en el caso de las escuchas del Cesid, en representación de otras tantas víctimas de las interceptaciones telefónicas, han presentado conclusiones muy dispares. En un extremo se sitúa el fiscal, que sólo acusa al ex jefe de la Agrupación Operativa del Cesid Juan Alberto Perote, para el que pide cinco meses de arresto y nueve años de inhabilitación, mientras reclama el libre sobreseimiento de los demás implicados.En el extremo contrario está el director de la revista Época, Jaime Capmany, quien sólo se dirige contra el ex director del Cesid Emilio Alonso Manglano, para el que solicita cuatro años de cárcel y seis de inhabilitación, exculpando a Perote.

El ex ministro José Barrionuevo y la Asociación de Estudios Penales coinciden con el fiscal en acusar sólo a Perote, mientras que la acusación más indiscriminada es la que representa al director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, que se dirige contra los ocho funcionarios a los que se ha abierto juicio oral, aunque no aprecia el delito de revelación de secretos.

Las únicas partes que solicitan indemnización son el abogado Antonio García Trevijano, que reclama 50 millones de pesetas, el diputado de Izquierda Unida Pablo Castellano, 20 millones, y la Asociación Civil de Dianética, 15 millones.