Atacada una sede guipuzcoana del PNV con artefactos incendiarios

El fuego causado por media docena de cócteles molótov lanzados por jóvenes violentos produjo en la madrugada de ayer importantes destrozos en la sede del PNV en Aretxabaleta (Guipúzcoa). El ataque fue a las 02.25 horas. Los radicales usaron una valla de obra para romper las cristaleras y poder arrojar al interior del batzoki los artefactos incendiarios. El alcalde, Juan Antonio Rodríguez (PNV), a incluido en el orden del día de la comisión de gobierno de mañana la condena del atentado.

Los grupos que apoyan a ETA han ocasionado en los últimos tres meses grandes daños en sedes guipuzcoanas de los partidos, sobre todo en las de los nacionalistas. Dirigentes del PNV y Eusko Alkartasuna (EA), que ha sufrido cuatro de estos ataques, con destrozos valorados en unos 50 millones, creen que persiguen meter miedo a sus candidatos con vistas a las próximas elecciones municipales.

El regidor de Aretxabaleta duda de que quienes atacaron el batzoki fuesen de la localidad, que cuenta con 5.946 habitantes: "Nunca antes había ocurrido aquí algo de estas características. Ningún concejal [la corporación tiene 13: cuatro del PNV, otros cuatro de HB, tres de EA y dos del PSE] ha recibido amenazas como en otros pueblos. Tampoco la tensión es importante".

Rodríguez, en definitiva, rechazó los actos vandálicos, expresó su convicción de que la inmensa mayoría los rechaza y pidió a quienes los respaldan que entiendan que "unos pocos pueden hacer mucho daño".