El tren, en vía muerta

En la red ferroviaria gallega hay tramos en que los trenes no pueden circular a más de 40 kilómetros por hora, y desde Madrid, el viaje hasta A Coruña o Vigo puede durar hasta 11 horas. El Parlamento autonómico aprobó hace dos años, por unanimidad, un plan que pide el remozamiento de la red interna y, por otra parte, el acceso a la alta velocidad.Esto último depende de la construcción de una nueva variante, con túnel, en Guadarrama, a partir de la cual se llevaría el servicio a todo el noroeste peninsular, incluido el País Vasco. El coste total de las obras se cifra en 203.700 millones de pesetas. Hace unas semanas, el PSOE y el PP plantearon desde el Congreso que el Gobierno las considerara "prioritarias", y los presidentes autonómicos de Galicia, Asturias y Castilla y León, los tres del PP, apuntaron incluso la inversión inicial: 4.000 millones. La respuesta la dan los Presupuestos de 1998: 500 millones.

En estas condiciones, la reclamación gallega para acceder a la alta velocidad, que costaría 173.500 millones en 13 años, no pasa de ser un brindis al sol.La modernización de la red ferroviaria interna costaría 40.000 millones, a repartir en cuatro años. Los Presupuestos sólo dan 1.000 en 1998.