El juez Garzón destapa los contactos entre Liaño y los acusadores de Sogecable

El juez Baltasar Garzón, encargado de resolver la recusación de su compañero Javier Gómez de Liaño como instructor de la causa contra Sogecable, dictó ayer un auto en el que desvela que tuvo "cierto conocimiento" de reuniones del juez recusado con el denunciante del caso, Jaime Campmany, y del mismo magistrado con el abogado Antonio García Trevijano y otras personas, para alargar el proceso y enviar a la cárcel a Jesús de Polanco "aun cuando no existiera base para ello". Los datos le fueron proporcionados a Garzón por dos testigos directos: el también juez Joaquín Navarro y por el catedrático Jesús Neira. Aunque no sabe la veracidad de los datos, Garzón ha decidido abstenerse de instruir la recusación. La sala de gobierno de la Audiencia Nacional decidirá el próximo día 10 sobre si está justificada o no dicha abstención. Mientras, la causa pasaría por turno al juez Manuel García-Castellón. El abogado Antonio García Trevijano, colaborador de El Mundo y letrado de la compañera de Gómez de Liaño, la fiscal María Dolores Márquez de Prado, aparece también en un papel clave en el grupo impulsor de la acusación contra Sogecable. El auto recoge el testimonio del ex ministro Jaime García Añoveros, quien supo por Joaquín Navarro que el abogado Antonio García Trevijano tenía interés en que Jesús de Polanco fuera a la cárcel -Navarro se oponía a esa estrategia- y que el motivo de tal interés era "político". Trevijano estaba en comunicación con Liaño para conseguir la prisión de Polanco. Joaquín Navarro ha negado ante Garzón tener conocimiento de tales reuniones. El propio Liaño ha interpretado que el auto de Garzón supone una acusación implícita de un delito de prevaricación, y "por la gravedad de lo expuesto" pide una "completa investigación" de los hechos por parte del Consejo del Poder Judicial y no descarta la del ministerio fiscal.