Un joven cantaor madrileño, gana el festival de La Unión

Bien entrada la madrugada de ayer se hizo público en la Catedral del Cante de La Unión que la Lámpara Minera -máximo trofeo- del XXXVII Festival Nacional del Cante de las Minas, que se concede al mejor cante por mineras y está dotado con 750.000 pesetas- se le otorgaba al joven cantaor madrileño Francisco del Pozo Carpintero. Era el cuarto año que concurría a La Unión y en las ediciones anteriores celebradas en esta localidad murciana se había quedado siempre a las mismas puertas del triunfo.El resto de los premios en cante quedó establecido en los siguientes términos: José Lara Añón, de Málaga, y Pedro Fernández Santiago, de La Unión, segundo premio por mineras, compartido; Pedro Fernández es un adolescente hijo de la cantaora Encarnación Fernández, quien esa misma noche ganó el premio por malagueñas. Otro madrileño, Raúl Cortés Alberto, obtuvo los premios por taranta y por murciana. El de cartagenera fue a parar a Rafael Calderón Berraquero, procedente de Sevilla. Rafael Muñoz Barbero, de Granada, ganó por siguidiyas; Francisca Rosales Blanco, de Málaga, por granaínas, y Rocío Segura López, de Almería, obtuvo el premio especial destinado a jóvenes cantaores.

Por otra parte, el gran, premio de guitarra en concierto fue concedido a Daniel Borja Casares, malagueño, mientras el segundo era compartido por el jerezano Diego Amaya González y el malagueño José Juan Martínez Pantoja. En cuanto al baile fue el grupo peor representado, pasando a la final solamente la sevillana Hiniesta Cortés; se le concedió el segundo premio, mientras el jurado decidía dejar desierto el primero.

Homenaje a Pilar López

De este modo terminó este festival, que ha alcanzado su XXV edición y que durante toda una semana ha polarizado la vida en, esta vieja ciudad minera de la región de Murcia y que pasará a la historia como el que finalizó con los graves problemas de sonido que presentaba el recinto en anteriores convocatorias mediante una sofisticada instalación ad hoc.

También ha sido, sin duda, el que mejor programación ha ofrecido, respondiendo los artistas a las expectativas creadas y el público también, con una asistencia masiva que prácticamente llenó todas las noches el aforo en torno a las 1.500 localidades. Este festival fue también el primero dedicado al baile, siendo Pilar López la invitada de honor. La artista estuvo presente y recibió múltiples homenajes.

Lo único que no estuvo a la altura del acontecimiento en esta edición de La Unión fue la parte correspondiente a los concursos, con un nivel medio de candidatos finalistas sólo regular, por lo que cabe deducir que el jurado otorgó alguno de los premios usando generosamente de la benevolencia.