NUEVO LOGOTIPO, RECORRIDO Y REGALOS

La boda de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, que se casarán en la catedral de Barcelona el próximo 4 de octubre, ya tiene logotipo definitivo. Tras la polémica suscitada la semana pasada en torno al controvertido diseño del cartel original de Enric Satué de las rosas con un balón en medio, que el Ayuntamiento de Barcelona retiró porque no era del agrado de la Casa Real, se ha optado por la austeridad y el recato: el escudo de la ciudad y la palabra felicidades en catalán, castellano y euskera lucen sobre un fondo azul. Zanjada la cuestión del diseño, ayer se supo que los novios recorrerán en un Rolls Royce descapotable el céntrico paseo de Gracia, una vez finalizada la ceremonia en la catedral, en dirección al palacio de Pedralbes, donde se servirá el banquete nupcial para los 1.300 invitados. Antes, los recién casados habrán acudido a la basílica de la Mercé, en la que serán recibidos por el obispo Ricard María Carles (oficiante del enlace). Además, la pareja cuenta ya con un regalo de boda: una cristalería de más de 200 piezas que están elaborando artesanalmente, con las mismas técnicas del siglo XVIII, más de 30 empleados de la Real Fábrica de Cristales de La Granja (Segovia). Según el director del Centro Nacional del Vidrio (CNV), Elíseo de Pablos, el obsequio es muy similar al que recibieron por su enlace los duques de Lugo, la infanta Elena y Jaime de Marichalar, aunque, en este caso, en el diseño destacan las tendencias ilustradas y se reducen los elementos barrocos. De Pablos subrayó que éstos son los dos únicos regalos que ha recibido La Zarzuela del CNV, cuyo patronato está presidido por los reyes, Juan Carlos y Sofía. La Casa Real no ha aceptado nunca ningún otro obsequio, aunque sí ha adquirido habitualmente piezas, que luego ha regalado en sus viajes o recepciones a personajes como el Papa Juan Pablo II o el presidente ruso, Borís YeltSin.- / AURELIO MARTíN, Segovia