"A lo mejor en unos años se habla de Getafe en Europa"

Acaba de cumplir los 40, pero no quiere ni oír hablar de la dichosa crisis: "Las crisis son las que nacen dentro", asegura, y a él le sobra energía interior. El madrileño Adolfo Rivero, despliega una febril actividad como músico, compositor y productor, y tan pronto monta un disco con el coro ucranio Niños de Chernobyl como dirige la grabación del que será próximo álbum de Eduardo Laguillo, Manoa. Ha inventado dos instrumentos únicos y singulares, la guitarpa y la guitarsis, ha colaborado con músicos norteamericanos de muy alto nivel -Kenneth Nash, Marc Russo- y el siempre añorado Frank Zappa le honraba con su amistad. Su máximo compromiso tiene que ver ahora con Getafe, donde ha auspiciado el nacimiento de un Encuentro Internacional de World Music que ya, como quien no quiere la cosa, alcanza su cuarta edición, a punto de finalizar.Pregunta. ¿Qué objetivo se ha propuesto con este encuentro metropolitano de músicas del mundo?

Respuesta. Se trata de conseguir un espacio receptivo y abierto, en el que puedan descubrirse nuevos talentos, y defender lo nuestro; no por chovinismo, desde luego, sino porque hay músicos españoles que se lo merecen.

P. ¿Por qué Getafe? ¿Es que las mentalidades son más abiertas en la periferia?

R. Creo que, la mentalidad cosmopolita es consustancial a los tiempos, no a la geografía. ¿Quién iba a decir que Seattle iba a significar algo en la cultura del siglo XX, cuando era un lugar frío y sin el menor atractivo? Muchas veces me he preguntado por qué no puede oírse hablar de Getafe en Londres, por ejemplo. De momento, ha pasado de ser una ciudad dormitorio a una ciudad con mucha vida, así que, a lo mejor, en unos anos se habla de ella en toda Europa.

P. En esta década tan alborotada, ¿hay hueco para las plácidas sonoridades de eso que llaman nuevas músicas?

R. Es una buena época para casi todo, aunque quizá andemos un poco despistados. Me gusta pensar que, de aquí al año 2000, se producirá una convulsión: Pink Floyd y Miles Davis podrán darse la mano, igual que el canto gregoriano y el de las tribus. Es el momento de lo atemporal, de la convivencia de las culturas en la aldea global. Y de la anarquía de Internet.

P. ¿Y las administraciones?

R. Sólo se mojan en tanto en cuanto vislumbran un beneficio político.

P. A un hombre tan curtido en Estados Unidos y en mil sitios más, ¿qué le ha aportado su Madrid natal?

R. Me ha ayudado a sobrevivir. El de aquí es un ritmo tan trepidante que aprendes a olfatear lo que se avecina, a leer un par de compases por delante.

IV Encuentro Internacional de World Músic. Hasta mañana en el Hospitalillo de San José de Getafe (Hospital de San José, s/n.).