La estrategia

Los cicloespectadores (aún no me ha contestado la Academia sobre el invento de este vocablo tan bello y armonioso) solemos acusar al ciclismo actual de exceso de tecnicismo y de estrategia de equipo, lo que obliga en muchos momentos, con disgusto para nosotros, a la anulación (le gestas individuales maravillosas en sí pero no aptas para el desarrollo de los planes del director del equipo, y pienso también que de los medios de información y hasta quizá de las acciones de la Bolsa.Por eso mismo defendemos ahora las etapas contrarreloj que años antes, cuando en la carrera todo el mundo iba a su aire, es decir, a ganar sin consignas ni tarjetitas programadas, las considerábamos un poco aburridas, porque en ellas no había escapadas, tirones, sprints, ni siquiera pájaras.- Y las defendemos hoy por ser el único momento en las carreras por etapas en que se corre a lo antiguo, es decir, a matarse.

Por lo demás, confirmar la explosión Ulrich y mantener los vaticinios de podio, ya expresados, incluido Olano y también mi diario abrazo a Escartín. Resumiendo: 10 tácticas dan como resultado una estrategia o el camarote de los hermanos Marx, y los libertarios siempre preferimos el camarote a la estrategia.