Mal de altura

La Bolsa española consiguió durante algunos minutos un nuevo máximo histórico, pero el retroceso de Wall Street a las puertas de los 8.000 puntos hizo que el intento resultara fallido. El índice general alcanzó la cota del 631,62% con el convencimiento de los, inversores de que Wall Street saltaría la barrera de los 8.000 puntos con facilidad, pero el mercado norteamericano se paró en 7.990 y desde ahí sufrió un recorte en picado, en un ambiente de nerviosismo. El Dow Jones cerró en 7.842,43 puntos, con un retroceso de 11,88 (1,51%).Los inversores españoles no están para bromas en unos niveles que dan vértigo y procedieron a desmontar las posiciones de mayor riesgo, con lo que al cierre del mercado el avance era de 3,42 puntos.

La contratación fue de 93.831 millones de pesetas, cifra que confirma las expectativas que sigue despertando la renta variable ante el rumbo de los mercados de deuda. El Tesoro adjudicó menos de la mitad de las peticiones en las subastas de letras, lo que significa que inversores y ahorradores no están muy dispuestos a colocar su dinero por debajo de ciertos niveles y anticipan la llegada de más dinero a la Bolsa. La volatilidad ha vuelto a ser un factor determinante en esta jornada, aumentando el riesgo para todos aquellos que no pueden seguir las evoluciones del mercado muy de cerca.