El fiscal de Whitewater investiga en Arkansas la vida sexual de Clinton

La información publicada ayer por The Washington Post es sorprendente desde el punto de vista europeo. Según ese diario, agentes del FRI y miembros del equipo de fiscales de Kenneth Starr, investigador especial del caso Whitewater,han estado husmeando en Arkansas en busca de informaciones sobre posibles aventuras extramatrimoniales de Bill Clinton en la época en que era gobernador de ese Estado.

Los sabuesos han preguntado a miembros de los State Troopers de Arkansas (las fuerzas policiales del Estado) sobre cualquier pista que pudiera conducirles a reconstruir la vida sexual del entonces gobernador y hoy presidente de Estados Unidos. También han interrogado a varias mujeres citadas por sus fuentes como vinculadas a Clinton.Starr aprieta así el cerco sobre el presidente, que el lunes ya recibió la mala noticia de que el Tribunal Supremo obligaba a la Casa Blanca a entregar a Starr las notas de las conversaciones sostenidas por Hillary Clinton y sus abogados a propósito del caso Whitewater, la presunta implicación del presidente norteamericano en un escándalo inmobiliario.

Hace unas semanas, el Supremo adoptó otra decisión contraria a Clintor al decidir que puede ser procesado durante el ejercio de su cargo por el caso Paula Jones.

Paula Jones, que reclama una indemnización de 700.000 dólares (algo más de 100 millones de pesetas), denuncia que, en 1991, Clinton le envió recado a través de un trooper para que subiera a una habitación del hotel de Little Rock, donde el entonces gobernador de Arkansas participaba en una conferencia. Jones, empleada del Estado de Arkansas que trabajaba como recepcionista de la conferencia, subió a la habitación y se encontró con que Clinton se bajó los pantalones y le pidió que le hiciera una felación. La denunciante, que no fue represaliada, afirma que puede probar los hechos porque tuvo tiempo de vislumbrar una característica particular de los órganos genitales de Clinton.