Los desnudos masculinos, prohibidos en el Infanta Isabel

"Para cualquier retransmisión radiofónica, televisiva o grabación de imágenes y sonido, en cualquier sistema, se necesitará mutuo acuerdo entre las partes, y no se realizarán desnudos integrales masculinos frente al público". Ésta es la décima cláusula del contrato que el director y actor Juan Antonio Quintana, especialmente prestigiado en el mundo de la escena, aunque no popular debido a su decisión de desarrollar su carrera profesional en Valladolid, debía firmar con el empresario del teatro Infanta Isabel, en el que la próxima semana iba a estrenar Yepeto, obra de Roberto Cossa, uno de los autores más emblemáticos de la dramaturgia argentina contemporánea.La razón por la que Salinas, dueño del teatro Infanta Isabel, no quiere ahora desnudos masculino es aún más sorprendente que la medida, ya que, tal y como le dijo a Quintana: "Puede dar lugar a comentarios".

Quintana llegaba a Madrid con un eto con e que a conseguido un importante éxito, pero en el que aparece un desnudo de hombre. Parece ser que sus atributos masculinos irritan más que los que Gerardo Malla enseñaba en Pares y Nines, de Alonso de Santos, en 1988, en ese mismo teatro.