Las 'Progresiones de Cruz de Castro'

Hace 10 años, exactamente el 6 de mayo de 1987, nació la Orquesta de la Comunidad de Madrid y para celebrar el acontecimiento nuestro peculiar conjunto -reducido y pluriforme al modo de la Bética de Falla- ofreció un programa interesante y atractivo. Se cumplió el ritual del bicentenario de Schubert con la clásica y romántica Quinta sinfonía y, a modo de saludo, volvimos a escuchar el quintettino La música nocturna de Madrid en la edición orquestal de Max Schönerr, tan correcto como empeñado en hacer realista lo que Bocherini pensó metafórico.Como en años anteriores, hubo encargo y estreno de compositor español, esta vez Carlos Cruz de Castro (Madrid, 1941). Es hombre de diversos saberes, vivencias y bondades, mas para lo que hoy importa hay que resaltar su condición de excelente músico, quizá el que mejor refleja lo que fueron y valieron las enseñanzas de Gerardo Gombau.

Bien se advierte todo ello en Progresiones, en las que nuestro músico habla, como tantas veces, su propio lenguaje para exteriorizar una naturaleza musical sensible y conocedora.

La música de Cruz de Castro posee una primera y grandísima virtud: nunca suena a cosa ya escuchada como sucede en otros casos. Sin embargo, la novedad radica en la misma sustancia antes que en la práctica de la sorpresa y el efecto. Estas Progresiones, fluidas y bien elaboradas, nos muestran al compositor moldeando las densidades sonoras como el artesano moldea la arcilla hasta lograr formas bellas.