Vía libre

La Reserva Federal (banco central) norteamericana ha optado por dejar al mercado la tarea de equilibrar sus datos, lo cual ha permitido a las bolsas europeas plantearse nuevas subidas -Madrid consiguió un nuevo máximo histórico-, al tiempo que deja pendiente sobre Wall Street la amenaza del ajuste para su próxima reunión, dentro de dos meses.La contratación también alcanzó ayer un nuevo máximo, con 180.000 millones de pesetas efectivas, aunque esta vez se consiguieron gracias a dos aplicaciones sobre Banesto que sumaron cerca del 3% del capital del banco. En cualquier caso, la situación invita al dinero fácil, como lo hizo en los primeros años del Gobierno del PSOE, cuando la coyuntura internacional favorecía esa tendencia. Pero en aquel entonces los tipos de interés todavía eran un elemento de duda a la hora de cambiar el dinero de sitio, mientras que ahora parece una cuestión de supervivencia.Todas las bolsas europeas reaccionaron al alza, mientras Wall Street empezaba a plantearse a media sesión el problema de cargar nuevamente con la duda de una posible subida de los tipos de interés para dentro de dos meses, y bajaba 25 puntos. El índice Dow Jones cerró con una pérdida de 12,77 puntos, en 7.290,69. El margen de actuación para los mercados europeos parece, pues, relativo, aunque la cifra total de dinero disponible es la que manda.