Travolta, contento por el "renacimiento" de su carrera

"Cannes significa el renacimiento de mi cuarta o quinta carrera", dijo ayer John Travolta, acostumbrado a que sus apariciones y desapariciones en el cine se hayan convertido en un lugar común. El actor de Fiebre del sábado noche y Pulp fiction, ahora uno de los más solicitados de Hollywood, renunció a propuestas mejor pagadas para interpretar She is so lovely.

"Leí el guión porque soy un fan de John Casavettes", dijo Travolta, "y me pareció un poco diferente a otros anteriores suyos. Me fascinó el hecho de que tiene tres actos, y las transiciones entre uno y otro sirven para mostrar las excentricidades que caracterizan el trabajo de Casavettes y que lo hacen enormemente atractivo para mí".

Travolta interpreta a un marido con tres hijas, una de ellas adoptada, que asiste con terror a la salida, del psiquiátrico del primer novio de su mujer, de quien ella sigue enamorada. "Me encantan los guiones y las películas de John Casavettes porque tienen mucha magia", añadió John Travolta. "Hay algo trágico y fabuloso en cómo se desarrollan los acontencimientos en sus historias. Es una manera maravillosa de hacer cine, en el fondo es el mismo planteamiento artístico de directores como Fellini o _Bergman".

Personaje polémico debido a su pertenencia a la iglesia de la Cienciología, Travolta ha recobrado la popularidad y ayer en Cannes las fans se agolpaban y gritaban a su paso.

Una de las cosas que refleja Casavettes en el guión y que atrajeron a Travolta "es que muchas veces te enamoras de una persona", dijo, "luego la pierdes y vuelves a enamorarte de una persona parecida". La pasión amorosa extrema que narra la película fue también un componente que sedujo a Sean Penn. "Siempre me confunden los actores que sitúan los retos del intérprete en los diferentes niveles, partes o piezas de los personajes y que se supone que ellos tienen que alcanzar", dijo el ex compañero de Madonna. "A mí lo que me gustaba de este personaje era una única cosa que tenía que saber muy bien: que ese hombre ama a esa mujer". Directo y apasionado, Penn miró luego a Robin Wright y la definió como "la mejor y más maravillosa actriz del planeta".