El Tribunal Superior da luz verde a la orden de derribo dictada contra el chalé ilegal de Aída Álvarez

Los jueces han dado luz verde a la orden municipal de derribo que pesaba sobre el lujoso e ilegal chalé que posee en Madrid Aída Álvarez, la ex coordinadora de finanzas del PSOE, que se ha visto ligada a casos de presunta corrupción (Filesa es uno de ellos). La Sección Segunda del Tribunal Superior de Justicia de Madrid dictó ayer una resolución en la que ratifica la orden de derribo que firmó el Ayuntamiento de Madrid en 1993 contra el citado chalé, situado en la calle del Maestro Lasalle, 22, en Chamartín.El tribunal entiende en su resolución que el chalé no se ajusta a las normas urbanísticas del municipio, y recuerda que Aída Álvarez rehusó legalizar la situación de esta vivienda a pesar de que el Ayuntamiento le instó a hacerlo y le dio para ello un plazo de dos meses. Esta resolución (adoptada por los magistrados Juan Salázar-Alonso, Félix Méndez y José Alberto Fernández Rodera) es fruto del recurso que interpuso Aída Álvarez ante el Tribunal Superior contra la orden municipal. El Ayuntamiento madrileño ordenó su demolición por entender que el chalé había sido levantado ilegalmente y con dos licencias denegadas". Además de la orden de derribo, el Ayuntamiento impuso una multa a Aída Álvarez de 17 millones de pesetas.

Todo empezó en 1985, cuando Aída Álvarez solicitó al Ayuntamiento una licencia para reformar su chalé de la calle del Maestro Lasalle. El municipio la denegó basándose en las especiales características de la vivienda y la zona. La ex responsable de finanzas del PSOE derribó no obstante la edificación original y construyó sobre ella un nuevo edificio, más grande y amplio, en contra de las normas del Plan General de 1985. Levantó cuatro planta en, una zona donde la altura máxima permitida es de tres. Además, hizo obras distintas a las fijadas en el proyecto, entre ellas, un garaje. La orden de derribo afecta al 90% de la nueva obra edificada. El Ayuntamiento, pues, tiene ahora vía libre para demoler el chalé, aunque la sentencia es recurrible en casación ante el Tribunal Supremo.