Wall Street cae un 2,3% al crecer el temor a otra subida de tipos en EE UU

La volatilidad de Wall Street no cesa. El desplome de casi. 150 puntos del índice Dow Jones (un 2,30%) puso ayer fin a una semana que se había iniciado con fuertes ganancias. El aumento, mayor de lo esperado, del índice de precios al por mayor de marzo, sobre todo de la tasa subyacente, renovó el miedo a que la Reserva Federal (FED), banco central estadounidense, suba los tipos de interés el próximo mayo. La apertura claramente a la baja de la, Bolsa de Nueva York anuló las ganancias que por la mañana registraba el mercado español, animado por el buen comportamiento de la inflación en marzo.

Las fuertes oscilaciones se han convertido en el pan de todos los días en la Bolsa neoyorquina. Cualquier noticia que confirme la fortaleza de la economía intensifica el temor a que la reciente subida de los tipos de interés decidida por la Reserva Federal el pasado 25 de marzo sea sólo el inicio de una escalada.Este perspectiva obliga a revisar las previsiones de beneficios de muchas de las compañías que cotizan y hace pensar a algunos que la temida corrección a la baja de Wall Street, anunciada desde hace varios meses tras las imparables subidas de 1995 y 1996, no ha hecho más que empezar.

El retroceso de ayer, el tercero más importante del año, ha anulado la recuperación que registró la Bolsa neoyorquina a principios de la semana. En las últimas cinco sesiones, el Dow Jones ha retrocedido un 2,05%, hasta quedar en 6.391,69 puntos. La caída debe sumarse a un retroceso de casi el 5% la semana anterior.

El detonante ayer fue la publicación del índice de precios al por mayor de marzo. Aunque la tasa general bajó un 0,1%, la subyacente (descontada la energía y los alimentos sin elaborar), subió un 0,4%. Los analistas de Wall Street habían pronosticado para esta última un aumento del 0,1 %.

El mercado de deuda estadounidense también recibió negativamente esta noticia. Las rentabilidades de los bonos se dispararon al alza.

Los mercados europeos se vieron inevitablemente arrastrados por las pérdidas iniciales del mercado estadounidense. La Bolsa española abrió con una ganancia del 0,53%, una valoración correcta para un IPC que aumenta aún más las posibilidades de España de estar en la primera fase de la moneda única. No obstante, los inversores parecen poco capaces de asumir riesgos en estos niveles y deshicieron posiciones a toda prisa, coincidiendo con la apertura de Wall Street.

La volatilidad fue obligatoria para todas las bolsas europeas, ya que la mayoría de ellas había acumulado pequeñas ganancias por la mañana. Pasaron a sufrir recortes medianamente importantes al cierre. Londres y Francfort bajaron un 0,99% y París el 1,28%.