Los defensores de Luis Poyatos elogian su actitud

La Asociación de Fiscales, cuyos nueve miembros en el Consejo Fiscal respaldaron la "idoneidad" del candidato Luis Poyatos a fiscal jefe de la Audiencia Nacional pese a conocer sus antecedentes como fiscal del TOP y en el caso Bardellino, significó ayer que su renuncia demuestra que no es el "personaje siniestro" que sus críticos decían. Miguel Colmenero, sucesor de Juan Ortiz úrculo al frente de la Asociación de Fiscales, afirmó que la renuncia de Poyatos "dice mucho en su favor y lo aleja aún más de la imagen de personaje siniestro con que han querido calificarlo".

Ésta es la segunda ocasión en que Poyatos no sale d signado para un cargo tras ser propuesto por el Consejo Fiscal, tradicionalmente dominado por el sector más conservador de la carrera. En 1987 fue propuesto por un Consejo Fiscal para fiscal del Tribunal Supremo, pero el entonces fiscal general del Estado, Javier Moscoso, ni siquiera lo propuso al ministro.

Al margen de la Asociación de Fiscales, la tónica generalizada de partidos políticos y asociaciones judiciales y fiscales fue destacar la "torpeza" del fiscal general del Estado al impulsar la candidatura de Poyatos.

El PSOE, como el resto de los grupos de oposición, dio por seguro que la renuncia de Poyatos vino empujada por instancias del propio Gobierno. Su secretario general, Felipe González, se limitó a ironizar: "Seguro, seguro que es absolutamente voluntaria". La diputada de su grupo María Teresa Fernández de la Vega opinó que la renuncia demuestra "el absoluto desacierto en la elección del candidato".

Juan Antonio Alonso, de Jueces para la Democracia, subrayó la "absoluta torpeza" de Úrculo, y el portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura, José Luis Requero, indicó que está claro que por parte del Gobierno no había intención de asumir la candidatura de Poyatos.