SÍMBOLO REVOLTOSO

Un ejemplar de avestruz hembra de unos cinco años, ha tenido en danza estos días a los vecinos de la pequeña localidad segoviana de Villoslada, que cuenta con 140 habitantes, así como a varios agentes de la Guardia Civil, hasta que entre todos han logrado trasladarlo a su granja, propiedad de Jaime Pérez y Julia Baena. El animal, cuyo precio en el mercado supera las 600.000 pesetas, se escapó mientras estaba siendo descargado de un camión que lo había transportado desde Holanda, junto a otros cinco ejemplares destinados a la cría y cuya carne se comercializa para el consumo humano. Después de cerca de dos días de periplo por los alrededores aprovechando su veloz carrera, para huir de sus perseguidores, a las once de la mañana de ayer, viernes, el avestruz fue capturado con una malla por un grupo de unos 60 vecinos y agentes del instituto armado, siendo devuelto al corral junto con el resto de los llegados. En los últimos meses están proliferando en diversos puntos del territorio español los criaderos de estas aves como alternativa a otras tareas agrícolas, hasta el punto de que un viejo del lugar llegó a decir ayer que habrá que cambiar a la popular cigüeña cómo símbolo de los pueblos castellanos por el avestruz africano. Los tiempos están cambiando.