Erótica del poder y pornografía política

El presidente del Gobierno, José María Aznar, consiguió responder sólo indirectamente al nombramiento del director general de RTVE, Fernando López-Amor, pero el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos tuvo que contestar no sólo a Alfredo Rubalcaba, sino al diputado de Izquierda Unida Felipe Alcaraz. No estaba muy conforme con el silencio de Aznar, que había abandonado el escaño nada más terminar su tercera respuesta, así que Alcaraz optó por pedirle a Álvarez Cascos que trasladara sus inquietudes al presidente del Gobierno. El diputado de IU adoptó un tono coloquial y repitió en varías ocasiones: "Señor Cascos, dígale al señor Aznar". Tan coloquial fue el tono, que Alcaraz se dirigió a Álvarez Cascos en estos términos: "Usted tiene que decirle: José María, no vale todo".Las advertencias de Alcaraz, pese al tono, cobraron tintes de seria crítica política: "Dígale al señor Aznar", dijo el diputado de IU, "que está cayendo en la erótica del poder y que eso conduce a nombramientos rápidos sin pensar las consecuencias, e incluso puede conducir a una cierta impunidad política, es decir, que la erótica del poder puede incluso conducir a la pornografía política". Y terminó: "Dígale que no gana quien resiste. Ése es un consejo un poco obsceno del señor Cela. En democracia gana quien resiste desde la coherencia. Por favor, dígaselo de mi parte".