La crisis por el proyecto legal marca un antes y un después entre los socios

Dirigentes de los dos partidos coligados en CiU coincidían ayer en que la crisis interna desatada a raíz del proyecto del Gobierno de la Generalitat de elaborar una nueva ley del catalán es la más grave de todas. las habidas en la historia de la coalición.

También coincidían en que este enfrentamiento marcará un antes y un después nítidos en la vida de la alianza nacionalista. Los convergentes más radicales opinan, sin embargo, que ese antes y después ya lo marcó Unió en su último congreso, a finales del año pasado, cuando Duran habló abiertamente sobre el pospujolismo.

Los amplios sectores centrales de ambos partidos apuestan por el mantenimiento de la coalición, ya que una ruptura penalizaría en las urnas a las dos formaciones. Pero los hechos demuestran, según fuentes de ambas partes, que dicho mantenimiento exige ahora una reflexión "serena y a fondo" sobre el funcionamiento y la concepción de la coalición.

Pese a todo, en Convergència crece la convicción de que Duran y Unió están cobrando protagonismo político y_social merced a los frecuentes enfrentamientos y distanciamientos de Convergència, y que el objetivo de esta estrategia no es otro que colocarse en la mejor posición posible para disputar la herencia política de Pujol cuando llegue el momento.

Algunos de estos convergentes, convencidos de que la ruptura se producirá tarde o temprano, prefieren que sea mientras Pujol esté en activo como máximo líder y candidato electoral nacionalista.